martes, 23 de agosto de 2016

The genius loci.

Por Edward Yates.
Revista Geographical.












Geography -both physical and human- can help people establish a sense of place, often simply by going for a walk...
Necessary to all of us is a sense of place, to recognise and be familiar with the genius loci. That is, somewhere we feel at home, with familiar faces and scenery, a culture with which we can identify and which holds for us a future.
Without this familiarity giving a sense of security, we feel at odds with our surroundings, alienated, rootless, no sense of belonging. It is a paradox that despite the enormous advances in IT there has been an increase in personal solitude. This was noted by the French anthropologist Marc Augé who wrote of the ‘non-lieux de la surmodernite’.
In order to attempt to remedy these problems in society it would appear we need the assistance of three disciplines; sociology, history and geography. Sociology with its emphasis on who gets what and why, should ultimately lessen the difference in incomes by achieving a fairer distribution of the national cake. As such it is an unpopular subject with the powers that be and is much neglected in the national curriculum. [...] 
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viernes, 8 de julio de 2016

El manantial de las arenas doradas.

"Si bebo cada día del manantial de las arenas doradas, viviré por lo menos mil años..."

Cito de memoria un fragmento de un poema del antiguo pintor y poeta chino Wang Wei. 
(Una antología de escritos de Wang Wei conteniendo este poema fue publicada en España bajo el título de La Montaña Vacía, Ediciones Hiperión).




Estos día he estado trabajando en el estudio en la realización de una acuarela a modo de escenografía para unos textos inacabados que tratan sobre el bosque, el pinar, el río... 
Ese mundo inabarcable y perdido, un poco desdibujandose ya en la memoria.
Con esta misma idea construí unas sencillas marionetas de corteza y raíces, vestidas con harapos...

A continuación copio algunos fragmentos de los textos en proceso:
(Disculpas por las incorrecciones).



El manantial de las arenas doradas.

“Si bebo cada día en el manantial de las arenas doradas, viviré por lo menos mil años”.
Wang Wei.


Aquel circulo hundido y oculto tras una orla de ortigas y helechos, era el manantial de las arenas doradas.
Algunas ramas de sauces y fresnos sobrevolaban el claro, horizontales y frágiles.
En el lecho, el agua manaba entre nuestros pies, que se hundían suavemente en la arena húmeda.
Un poco mas lejos, un pino enorme cobijaba parte de la selva. En la pendiente, el arroyo que se formaba al juntarse las aguas, se encajaba y se despeñaba sobre el río.
Algo apartadas, en medio del oscuro soto, había unas ruinas. Se conservaban dos arcos de ladrillo y un azud abandonado cubierto de maleza. En el río, la vieja piedra de moler, asentada en el fondo, servía de puente. Su ojo desgastado se tragaba un pequeño remolino.

Sumergirse en el bosque.


Desde que entramos en el bosque han pasado milenios. Nunca conseguiremos salir del verdor. Para nosotros el horizonte no existe. El bosque borra las huellas, retuerce los caminos, abre o cierra claros y espesuras. El río, esquivo, se mantiene siempre a una distancia. Algunas veces está hacia el sur, otras vira hacía el sol del atardecer.
Nuestros cuerpos son de corteza y raíces y nuestras ropas están hechas de jirones y restos.

La corriente y las historias.

Mirada desde arriba, la corriente cuenta y oculta. El fondo se trasluce en el agua y lo vemos oscilar, vibrar o desvanecerse. Entretenidos en sus cosas, los barbos avanzan, a veces se detienen y nos miran. Parecen sirenas a las que abrazar y con las que podríamos dejarnos acompañar por los recodos del cauce. De pronto una mujer fantasma sonriente se desliza corriente abajo, flácida y ondulante como la llama de una vela.
Luego, en algún bodón perdido, todo se detiene. Como en un salón de baile los seres y los reflejos danzan a la espera. Un fino hilo de luz se cuela entre las ramas y se sumerge. Desciende lentamente, baja acariciando las flotantes partículas de la mica; pavesas de polvo submarino que brillan como meteoros.

El pozo.

Sobre la lámina del agua flotan perezosas las lentejas verdes. No se ve el fondo. El agua parece un te oscuro impenetrable. Las piedras mal ajustadas del brocal no sobrepasan el nivel del suelo. Numerosos veneros alimentan el pozo y traen y llevan agua subterránea de aquí para allá. Entre la lenteja de agua hay ocultos dos ojos que nos miran. Ellos sabrán algo mas de ese mundo oscuro: sobre el agua hay fragmentos de reflejos deformados, cosas atrapadas en el tiempo, árboles que fueron y ya no están, la cara de un niño que es la de un viejo, una mano que sale del agua desesperadamente. También la cola de un tritón que serpenteando, se va al fondo donde están su trono y su palacio.

jueves, 14 de abril de 2016

Carrauntoohil

El jueves pasado, desde Killarney, me acerque al circo que describen las cumbres cercanas al Carrauntoohil. Al final de una larga y estrecha carretera, desde Cronins Yard (que consiste en una casa, un cobertizo de granja y un pub) sale un camino pedregoso que remonta el cauce de un arroyo de montaña. La senda es amplia, pasa al lado de terrenos vallados para las ovejas, cruza un puente de metal de reciente construcción (dedicado a la montañera fallecida Angela Kenny), y poco a poco va subiendo hacia los lagos y el comienzo de Devils Lader.
El circo comprende dos lagos al pie de los cantiles en una especie de llanura elevada.
Desde allí las vistas hacia el Carrauntoohil son impresionantes, un oscuro pico que se eleva unos 700 metros sobre nosotros con unas paredes escabrosas por las que descienden innumerables cascadas.
A la derecha se destaca una formación rocosa como un cuerno o pico aislado, parece el colmillo de la montaña...
En el promontorio entre los lagos, quizás un poco apartado, podría estar el mejor lugar para enterrar el cráneo de lobo.



sábado, 2 de abril de 2016

Wolf Carrauntoohil


More info:

http://www.objetivosilvania.org/Objetivo_Silvania/wolf_carrauntoohil_1750.html






Wolf Carrauntoohil is an intervention project that involves the clandestine transfer of a skull of an Iberian wolf to Ireland and it being placed on a memorial-landmark in the vicinity of Carrauntoohil, the highest mountain in the country and one of the places where some of the last wolves in Ireland disappeared around the year 1750. 

The project will include:

Preliminary phase with transfers, documentation and research.

Intervention phase with a stay and fieldwork in the area, implementation and monitoring of the intervention.

Dissemination phase.

PROJECT REPORT

1. Preliminary work:

1.1. Discovery and recovery of the skull and transfer to Ireland.

In 2008 a friend gave me a few photographs of a dead Iberian wolf that had been run over on a road.
The wolf had been later buried there by a group of police officers. We knew where the exact spot was and a few months later we unearthed the body and took the skull.
In February 2013, the skull was transferred to Ireland, where it is today.
In March 2014, the first contacts were made in Ireland to present the idea and draw up the proposal.

Below, images of the dead wolf at the place where it was buried.
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